Little Jimmy Scott

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Si algo no deseo en esta nueva etapa de DiaWHEE es que, tal y como sucedió en el pasado, se convierta casi en una sección de necrológicas. Pero es importante recordar a Little Jimmy Scott ahora que nos ha dejado.

Qué caballero tan inusual y qué cantante tan único e irrepetible. Si nunca habéis escuchado su angelical voz, por favor hacedlo hoy.

Los grandes medios no hablarán de él ni ahora ni nunca. Y está bien así. Little Jimmy se ganó su lugar en la Historia hace muchos años, sin el apoyo de corporaciones ni de audiencias masivas.

Hasta siempre, Jimmy.

NoMeansNo

 

NoMeansNo es una de las bandas que me acompañan hoy. Y como sucede siempre que les escucho, termino recordando aquellas entrañables veladas en la Sala Garatge de Barcelona, hace ya muchos años. La lista de conciertos memorables que pudimos ver allí es tremenda. Entre muchos otros, Sick Of It All, Social Distortion presentando “White Light, White Heat, White Trash”, GWAR, Man or AstromanThe Dictators, Chesterfield Kings, etc… Y entre el público, personajes tan carismáticos como aquel tipo que llegaba  a primera hora en las gélidas veladas de diciembre y enero, dejaba su camiseta en el guardarropia, y saltaba y bailaba en shorts durante horas.

Esa escena tiene poco que ver con la Barcelona indie que ha encumbrado festivales masivos que ni vale la pena mencionar aquí. Y aunque yo desde luego no sueño con regresar a los 90’s, es importante recordar de vez en cuando lo que vivimos en Garatge con todas aquellas bandas tan jodidamente reales y genuinas.

Dwight Frye

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Es inevitable. Siempre que se habla de la carrera de Alice Cooper, termino pensando en el bueno de Dwight Frye, uno de los actores más olvidados de la era dorada de Hollywood.

Un recuerdo desde aquí para el hombre que dio vida a Renfield en “Dracula” y al jorobado Fritz en “Frankenstein”.

Super Duper Alice Cooper

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Es increíble… ¿Cuántas veces es posible revisitar la historia de Alice Cooper y disfrutar el viaje?

Acabo de ver el nuevo documental “Super Duper Alice Cooper”, dirigido por Reginald Harkema, Scot McFadyen y Sam Dunn, y una vez más ha sido un placer recordar los años de máxima gloria de Alice.

Mientras Dunn y compañía repasaban la historia de Alice, me ha venido a la cabeza algo que nos contó Sylvain Sylvain en una larguísima entrevista en la redacción del Popu hace años. Cuando Kiss estaban iniciando su carrera, Sylvain le dijo a Paul Stanley que, en aquellos momentos, Alice era tan grande como Elvis, y el día que un fan le confundiese con Alice Cooper y le pidiese un autógrafo, debía firmarlo en nombre de Alice con orgullo, porque sería la señal de que estaba en el buen camino. Y sucedió. La siguiente vez que se encontraron, Paul le dijo excitadísimo: “¡Sylvain, acabo de firmar mi primer autógrafo de Alice Cooper!”. ¡Qué gran anécdota y cuánta razón tenía Sylvain!

Yo conocí a  Alice y a Kiss al mismo tiempo y desde el primer momento me parecieron igual de esenciales, aunque Alice llegase primero y fuese una influencia tan importante para Kiss. Les había visto muchas veces en las páginas del Popu (más a Alice que a Kiss) siendo un crío de cuatro o cinco años, de modo que cuando finalmente me decidí a escucharles, ya tenía más o menos una idea de lo que encontraría en sus discos.

Como es lógico, la música de Alice me pareció más inquietante. Me gustaron ambos por igual, pero los discos de Alice eran más enigmáticos y misteriosos para un niño de nueve años. Como os debió suceder a muchos de vosotros, por una simple cuestión de edad lo descubrí todo de golpe: el Alice Cooper Group y el Alice en solitario de la segunda mitad de los 70’s. “Love It To Death” se convertiría inmediatamente en mi álbum favorito de Alice Cooper, pero también me fascinaron extrañas obras como “From the Inside”, “Alice Cooper Goes to Hell” o el famoso “Welcome to my Nightmare”.

Una de las grandes decepciones de mi adolescencia sería la cancelación del que debería haber sido su primer concierto en Barcelona, en la gira de “Special Forces”, a causa de una maldita huelga de camiones. Lástima que en su momento no me enterase de que, tras la suspensión de aquel show, Alice pasó dos días en Barcelona e incluso visitó el chunguísimo Kentucky Fried Chicken de Las Ramblas. Cada vez que le entrevisté muchos años después, al decirle que era de Barcelona se aseguraba siempre de comentar que en esta ciudad tenemos el mejor Kentucky Fried Chicken del mundo (!!!).

Tuve que esperar hasta 1987 para ver a Alice en directo por primera vez y no puedo quejarme. “The Nightmare Returns Tour” fue una gira de ensueño. Alice regresaba en plena forma con una escenografía espectacular, un set-list perfecto y nada menos que Kane Roberts cubriéndole las espaldas. Con dos teloneros de lujo (Tesla en su primera gira y los Megadeth de “Peace Sells… But Who’s Buying”), lo que viví aquella tarde/noche en el Long Beach Arena de California pasaría a ser una de mis experiencias rockeras más emotivas de la década de los 80.

“Super Duper Alice Cooper” es un documental brillante hecho a medida para quienes hemos amado a Alice desde la más tierna infancia. En algunos momentos del film se echa en falta un formato más tradicional, yo desde luego habría preferido ver a los entrevistados (sólo utilizan el audio de cada nueva entrevista) y, para mi gusto, se han excedido con los recursos visuales. Pero cualquier fan de Alice disfrutará lo que se cuenta aquí.

Mick

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Hoy he pasado un buen rato leyendo el espectacular libro de Lisa Robinson, “There Goes Gravity”, y aporta un dato importante: Mick Jagger no tiene un pene pequeño.

Lisa le dejó unas bragas a Mick en el tour de los Stones de 1975, y cuando éste posó para la cámara de Annie Leibovitz, quedó claro que Jagger es un hombre agradecido por lo que la naturaleza le ha dado.

Muchos años después, cuando Lisa coincidió con Keith Richards tras la publicación de su autobiografía, en la que se burlaba del tamaño de la polla de Mick, le dijo: “Sabes que eso no es verdad. Annie tomó aquella foto de él con mis bragas en 1975 y la tiene bastante grande”. La respuesta de Keith fue impagable: “La mía es más grande”.

La Musica della Mafia

 

He escuchado tantas veces los tres volúmenes de “La Musica della Mafia”, que casi podría recitar los fragmentos hablados de honor y sangre que se escuchan entre tema y tema.

Espectaculares discos. Tiene sentido que fuesen censurados en Italia en su día y por supuesto son el complemento ideal para una buena doble sesión de “El Padrino”.